Ahora mismo las cosas están mal, para qué engañarte. También es verdad que suelen estar mal tantas o más veces que bien y uno nace cuando le toca. Yo que tú casi me alegraría de tardar todavía unos años en tener pleno uso de razón. Andamos perplejos, sumidos en un desastre económico a cámara lenta, intentando comprender lo que nos espera, como un condenado a la silla eléctrica haciéndose el cursillo de electricista. Puede que algún día cuando te cuente la caída de Lehman Brothers y la crisis del euro, te suene tan arcaico como a mí la Gran Depresión y la perra gorda. Y me mires como a una pintura rupestre. Y será bueno que sea así. Es mucho mejor despertar a la vida con la alegría de los hombres, que llorar ante el muro ciego, que es lo que se lleva ahora. No te perderás gran cosa, mientras estás ocupada en lo verdaderamente importante: reivindicar tu horario de comidas y alcanzar todos los juguetes y objetos que estén más lejos que tu mano.
Aunque no lo parezca, tienes motivos para el optimismo. Hasta ahora estos períodos de decadencia económica desembocaban siempre en guerras mundiales, hambrunas, pestes. A día de hoy no parece que se nos haya ocurrido nada tan truculento para salir de ésta. Puede que pasemos incomodidades y que lo que empieces a percibir cuando te toque pensar por tu cuenta es cuánto mejora todo, en lugar de cuánto hemos perdido los que ya estábamos aquí. A decir verdad, la Humanidad siempre progresa en términos generales, aunque a veces dé algunos pasos atrás para coger impulso. Además, como tu abuelo Claudio sentencia cuando aborda el tema del alarmismo climático (otra tontería pasajera, ya verás), nunca llovió que no escampase.
Además, no estamos tan mal. Seguramente tardará muchos años en importarte una higa, pero somos campeones de Europa y del mundo de fútbol, tenemos un tenista legendario batiendo records cada día, el mejor piloto de Fórmula 1. No te haces una idea de todos los años que ha tenido que esperar tu padre para contemplar semejantes prodigios fundacionales de un orgullo deportivo que tú traerás de serie. Para cuando puedas comprenderlo, seguramente estarás más interesada en la última película en 5D de una trilogía sobre vampiros polinesios, que comentarás con tus amigas en el perfecto inglés de vuestras conversaciones. Y darán igual las glorias y miserias del tiempo en que has nacido, sonarán a batallitas de ancianos mentalmente descatalogados.
Sin embargo, como todos, en tu época, en la mía y en cualquier otra, tendrás tus momentos de amargura. A veces te sentirás acorralada, te sentirás perdida o sola. Tal vez querrás no haber nacido. Se pasa rápido, descuida. Procura pensar que, pese a la que está cayendo, tus padres creemos que que nazcas es lo mejor que le puede pasar al mundo. Te dirán que la vida no tiene objeto (intenta no profundizar en la mecánica cuántica), que es un asunto desgraciado (hija mía, huye siempre, siempre de los aguafiestas)
Muy al contrario. La vida es bella, ya verás como a pesar de los pesares, tendrás amigos, tendrás amor. O al revés, tendrás amor y amigos, que Goytisolo no lo deja muy claro. Por si acaso tú ten amigos y luego todo el amor que puedas. Sobre todo el que des, que es un patrimonio que nadie puede arrebatarte. Al menos es lo que hace que un pesimista antropológico como tu padre haya amado siempre la vida como amará la que traes contigo.
La prima de riesgo, el colapso financiero internacional, la crisis institucional, el fin del euro, el corralito o lo que venga se disiparán antes o después como el humo de tantos incendios de la Historia. Una minucia ante la expectativa de sujetar tu cabecita en la bañera cuando, chapoteando feliz como solo puede serlo un niño, me regales tus primeras sonrisas. Si puede haber algo inolvidable, debe de ser eso.
Y siempre siempre acuerdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.
Ya te tenia en un altar, pero sabiendo que que te gusta el hermano suicida de los Goytisolo me pongo a tus pies.Me ha encantado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Angel
Me encanta y lo más importante, me conmueven. No se si será por que tengo una hija, por mi estado anímico o pq siempre he sido un poco sensiblero....
ResponderEliminarBonitas palabras Sr. Quinoy.
"La vida es bella, ya verás como a pesar de los pesares, tendrás amigos, tendrás amor. O al revés, tendrás amor y amigos....."
me has aguado los ojos :)
ResponderEliminarVas a ser un padre fabuloso, y también un pesado como todos. Bienvenido al club! Beatriz.
ResponderEliminarGracias Ángel, Luis, Jesús y Bea. Me inquietaba que, de mirarme tanto el ombligo, solo fueran a salir pelotillas:)
ResponderEliminarVeo que te has dado cuenta de algo que yo aprendí hace algo más de ocho años: cuando tienes hijos dejas de ser el protagonista de tu propia vida. Desde ese momento los protagonistas pasan a ser ellos.
ResponderEliminarUn abrazo,
Un compostelano, español...
Precioso, Jose. Parece que la paternidad te redime de tu pesimismo ilustrado. Te veo recitando tan bellas palabras con un fragante pañal usado en la mano.
ResponderEliminarÁngel bis.
Bueno, me preocupa que hayaa logrado emocionarme dos veces en pocos meses aunque sea por la misma gozosa circunstancia.Veo que ahora prima tu lado sensible(que lo tienes aunque muy escondido) a tu lado más escéptico. Estoy de acuerdo en que vaa a ser un padre muy pesado con el fanatismo del recién convertido ...Bienvenido.No te precupes que solo te verá rupestre si le enseñas tu foto afro... tranqui, nos verá asi a todos y el inglés ya lo practicará con nuestros comunes primos américanos pq aqui seguimos cofundiendo sucio con sediento. Encantados de ampliar la panda cuando ya no contábamoa con ello. Besos.Anónima.
ResponderEliminarLa verdad es que lo que has escrito es muy bonitos y supongo que todos lo pensamos cuando estábamos en la misma situación en la que estás tú ahora. Seguro que tu hija estará orgullosa de sus padres. Un abrazo
ResponderEliminarLuis RC
Con uno de 24 y otra de 16 me permito el lujo de decir:
ResponderEliminarTu niña, al final, hará lo que le salga de las narices, y a ti te importará un pimiento. Al final, lo único que te preocupará es su felicidad.
Para ser un "pesimista antropológico" la carta derrocha optimismo.
Estoy seguro de que serás un buen padre. De la madre no tengo dudas que hará un papelón.
Veo como cuando crezca os dirá: "cuando sea mayor quiero ser como vosotros", no, no lo dirá por ser unos padres maravillosos, será para tener una hija como ella.
Jejejeje, discúlpame el chiste.
Un abrazo mozo.
Un besote a C.
Por alguna razón que actualmente desconozco ,me ha encantado, porque refleja una sinceridad tan hermosa ,es cierto que vivimos en una sociedad un poco complicada ,por no decir muy complicada ,pero siempre hay un motivo para pensar que todo mejorará,es más, suelo pensar 10 cosas todos los días para poder sonreír todo el día .Me he pasado un tercio de mi vida tratando de pensar una buena comparación para la vida, una totalmente nueva y al que no se le puede buscar ni pros ni contras ,y lo único que he conseguido es esto .
EliminarLa vida es la más oscura de las noches, alumbrada por esa pequeñas lucierganas que te hacen sonreir .
Serás un buen padre, eso ni lo dudes y tu pequeña Julia será una niña feliz ,porque, y aunque sea algo muy repetido, el amor no se puede comprar, y a veces,es lo único necesario para ser feliz .
Tras leer "palabras para Julia II "me ha entrado la curiosidad de saber qué pensabas antes de conocer a tu maravillosa y dulce Julia. La paternidad no es fácil, lo sabemos, los niños no traen manual( yo lo agradecería,la verdad) . ..y más en estas edades, donde tienes q hilar muy fino entre los límites y el corazón... Pero llegará el momento de dejarlos volar y te llenarás de orgullo mirando atrás con la satisfacción de que has sido un gran padre, que lo poco bueno que dices q tienes(siento decirte q te equivocas en este aspecto) a Julia la ha hecho grande, sensible, dulce, tierna y maravillosa. Todo pasa .Mira atrás de cuando en cuando para sentirte muy orgulloso. Un abrazo.
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