miércoles, 4 de mayo de 2011

Operación Mourinho

Vaya por delante que uno es del Atleti, lo cual convalida un máster en injusticias cósmicas, normalmente a favor del Real Madrid, que es nuestro enemigo natural, cuyas derrotas jaleamos como victorias propias, tan triste y rebelde es a veces nuestro sino. Y en esas nos hemos encontrado a menudo con el Barça, con el que disputamos partidos épicos, pero de buen rollito, hermanados en alguna medida por la fobia contra el enemigo común. Compañeros en la trinchera contra el poder establecido -que, a través de unos señores que antes vestían de negro, pero se comportaban como si vistieran de blanco, nos dejaba fuera de las subvenciones directas a la gloria- no llegamos como los culés a hacer del agravio causa política, de agresión contra la identidad nacional, pero tampoco les enmendábamos la plana ni cuando reclamaban un penalti centralista a diez metros del área
Pero hace más de veinte años que las cosas han cambiado, desde las ligas milagrosas que ganaba el Barcelona en el último partido, con más que sospechosos arbitrajes al rival en Tenerife, que con el correr del tiempo han dejado como dominadores en el oscuro estamento federativo y arbitral a algunos significados azulgranas y al Madrid con tanta fuerza en el cotarro como la UGT con Franco. Esa Federación piramidal, que por arriba termina en Suiza donde campan la UEFA y la FIFA, de transparencia democrática equiparable a los Soprano y que designan por ocultos ritos, propios de una logia masónica, a los árbitros de las diferentes competiciones.
Contra las acusaciones de manipulación sutil siempre puede alegarse  el error humano, lo opinable y relativo de si una jugada es más o menos penalti o expulsión y que las equivocaciones de los trencillas acaban afectando por igual a unos a otros. Pero cuando la cuenta de errores despierta sospechas, cuando las declaraciones de Guardiola consiguen revocar la designación inicial de un árbitro portugués para el partido de ida  y las de Mourinho consiguen en cambio que le encasqueten precisamente a un árbitro del que se queja, cuando una expulsión muy discutible condiciona el desarrollo del primer partido y las suspicacias se elevan a clamor en los medios, hay cosas que no deberían pasar. Y la anulación del gol de Higuaín es una de esas cosas. Por resumir, Piqué tira a Cristiano Ronaldo que en su caída derriba involuntariamente a Mascherano, quien seguramente tampoco habría podido evitar el gol de Higuaín. No conceder la ley de la ventaja y señalar la primera falta, la de Piqué, ya sería beneficiar al infractor, pero resolver la situación pitando falta de Cristiano Ronaldo, entra de lleno en la antología del disparate arbitral y da pábulo a cuantos venían diciendo que los árbitros favorecen al Barcelona y perjudican al Madrid.
Con ventaja de los blancos en el marcador el partido habría sido otro, igual que sin la expulsión de Pepe en el Bernabeu. Y esos son los partidos que habría querido ver, donde sin duda me habría alegrado de que el magnífico juego de ataque del Barça se hubiera impuesto a la racanería táctica de Mourinho, sin el asomo de una duda que ahora será permanente. Eso es en realidad lo que le han hurtado a los dos equipos y al espectáculo tamañas decisiones arbitrales.

Es manifiesta la hostilidad de Platini hacia la inflación que genera el talonario de Florentino en el fútbol y sabida es la crueldad de la UEFA con los que, como Mourinho, se atreven a cuestionar su cuestionable imparcialidad. Razón de más para extremar siquiera las apariencias de neutralidad. Pero el efecto ha sido, para muchos, consagrar a los antiguos agraviados como nuevos beneficiarios de la injusticia contra la que tanto han protestado.
Y en esas el Real Madrid se ha caído del guindo de la soberbia y el señorío y, de la mano de Mou, se queja hasta el comedidísimo Valdano, bien es verdad que sin la experiencia plañidera del ahora federativo Joan Gaspar, de quintas enteras de directivos blaugranas, ni  la más pertinaz y aquilatada de mi permanentemente oprimido Atleti.
Y es que lo que más me fastidia es que al enemigo de toda la vida, a la antítesis de nuestra esencia, a ese odioso correcaminos vestido de blanco, lo vayamos a encontrar ahora en la trinchera de los desposeídos, de la victoria moral y el sino trágico, hermanados acaso ante la tiranía. Por Dios, no. Hasta ahí podríamos llegar.

11 comentarios:

  1. Vaya horitas te tomas para la reflexión. Estoy contigo, pero hago trampa porque soy del Madrid.
    Un abrazo, sigue así pero duerme más.
    Moncho

    ResponderEliminar
  2. Ya duermo, ya duermo, lo que sale es la hora de Google en Palo Alto, California. Súmale nueve y dime que trabaje :-)
    Gracias, neno.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  3. Decir tengo que estoy encantada con el comentario (también soy del Madrid...) :)
    Echo en falta mención a la dramática puesta en escena del equipo catalán al más puro estilo "refrito" italiano.
    Inma

    ResponderEliminar
  4. Yo,que siempre fui antimadridista como todo buen aficionado a la Real(La liga del 80 nos marcó), llevaba unos cuantos años preocupado porque no veía en el Madrid jugadores estilo Hugo Sanchez o Juanito que me reafirmaran en mi alergia a lo blanco. Sin embargo este año ha vuelto para mi la tranquilidad. Tipos como Pepe y Cristiano Ronaldo me han permitido seguir fiel a mis ancestrales ansias antimadridistas. Y eso lo he de agradecer fundamentalmente a ese "special one" entrenador. Reune para mí don Jose Mourinho las características más detestables que pueda poseer un personaje público. Y eso ayuda. Así que aún sintiéndolo por mis amigos merengones( los menos forofos supongo avergonzados con la imagen que está dando su equipo),espero que dicho personaje continue por muchos años en el Real Madrid y de esa manera no se vuelvan a tambalear las convicciones futbolísticas de mi adolescencia(irracionales como casi todo lo que rodea a las fobias y filias de aquellos tiempos)
    Eso sí :¡ A la selección que ni me la toquen !

    Angel Etxaniz

    ResponderEliminar
  5. Gracias Inma y Ángel.
    Igual se me ha ido la mano echando un cabo al Madrid, de hecho ya me están saliendo granos. Lo que pasa es que tenemos algunos amigos merengones comunes tan nenazas que no saben ni protestar. De ahí que aporte mi amplia experiencia en agravios como atlético. Pero nada, están por autoflagelarse. Qué mierda es ésta del fair play. Dónde vamos a llegar ¿a pedir perdón por empujar en los corners? ¿a aplaudir a los árbitros? ¿a la Alianza de Aficiones? ¿a consolar a los amigos del equipo contrario en vez de tomarles el pelo toda la semana? ¿a desear que gane el mejor?
    Para eso me paso al patinaje artístico.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  6. Anónimo6/5/11, 0:26

    No soy mourinhista, la verad es que es un tipo que no me es simpático y tampoco me gusta el tipo de fútbol que practican sus equipos. Sin emabargo, hay algo en Mourinho que me recuerda a mi mismo y es su afán por decir la verdad, por decir lo que piensa aunque lo que diga no sea "políticamente correcto". Y eso me hace reflexionar y reflexionando me doy cuenta que realmente los que no me caen simpáticos son los que siempre son "políticamente correctos", los que cuando hablan mienten y saben que están mientiendo pero que no se atreven a decir la verdad.
    Soy madridista pero no antibarcelonista. Nunca he celebrado una victoria del Barcelona en la Liga o en la Copa del Rey pero alguno de vosotros me vió en más de una ocasión celebrando una victoria del Barça en la Champions o en la Recopa (cuando existía, y si mal no recuerdo ganó cuatro). Celebraba esos títulos porque los ganaba un equipo español. Al igual que hubiese celebrado que el balón de oro lo hubiesen ganado Xavi o Inesta en vez de ese enano sudaca con cara de tonto que dicen (y yo también lo digo)que es el mejor jugador del mundo. -Huy, no se si habré sido poco correcto políticamente-. Pero ¿ese equipo sigue siendo español?. Desde hace algún tiempo ese equipo representa el nacionalismo catalán y puedo entender que los catalanes sean del Barça, pero cada vez entiendo menos que cualquier otro español no catalan pueda amar a esos colores. Y, puedo deciros que por mis venas corre un 25% de sangre catalana
    El Madrid, el Atletí y el Sevilla entre otros, cuando juegan en Europa llevan en su camiseta grabada la bandera de ESPAÑA. Ahí está la diferencia.
    Si algo me ha dolido de esta serie al mas puro estilo NBA, ha sido ver a jugadores españoles, compañeros en nuestra gloriosa selección peleandose entre sí.
    Sinceramente no creo que exista una conspiración pero tengo claro que esta eliminatoria estuvo marcada por dos gravísimos errores arbitrales.
    No obstante han sido los propios entrenadores, Mou y el perfecto, o el perfecto y Mou, los que han prendido la mecha. Deberían de tomar ejemplo de Moncho Fernández, el entrenador del equipo de baloncesto más simpático del mundo, por supuesto el Obradoiro, que ayer y jugandose un play off de ascenso a la ACB le dijo a los árbitros que le quitasen 2 puntos a su equipo que erroneamente habían subido al marcador por un fallo de la mesa. Eso si que es fair play.
    Un saludo de
    Un español compostelano madridista de vocación y obradoirista por nacimiento y devoción.

    ResponderEliminar
  7. Pues dicho queda, ea.
    Gracias, mi querido blanco... y en botella.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  8. Hablar de futbol en plena campaña electoral, con las cosas tan interesantes como ciertas que dicen nuestros políticos, dispuestos a prometer todo lo que queremos oír y todo los que nos gustaría que alguna vez fuera verdad. Al lado de tan trascendental momento ¿que importancia tiene el futbol? si al menos los políticos jugaran en algún equipo y pudiéramos ir al campo para decirles lo que pensamos de ellos... pero a quienes vemos son a unos señores que ganan unas cantidades enormes de dinero y eso en época de crisis. A pesar de todo el futbol es necesario como se ve a lo largo de la bien descrita y analizada crónica de filias y fobias como corresponde al ambiente futbolero.
    "Papá ¿por que somos del Atletic?" le preguntaba un niño a su desconcertado padre. Creo que la pregunta es aplicable a los seguidores de todos los equipos. La mayoría es para sufrir e incluso los grandes pasan por malos momentos. Pero lo del Atletic es de análisis freudiano. En cierto modo, me recuerda a los aficionados a los toros que iban siempre a ver a Curro Romero por si en alguna ocasión hacía un buen pase, a ver si había suerte, cosa que cada vez era menos probable. Lo del Atletic debe ser algo parecido ¿o no? Es como ganarle al Madrid, cuestión de años pero alguna vez será y hay que estar ahí ¿verdad?
    Me gustaría ser seguidor del Barcelona porque hace el mejor futbol pero la carga política e ideológica que representa es un inconveniente insalvable así que seguiré siendo levemente madridista a pesar o gracias a Mouriño porque para perfecto ya está Guardiola.
    Lo de ser del Atletic escapa a mis capacidades psíquicas, reconozco no estar preparado para un camino tan difícil como imprevisible. Hace falta una mente muy preparada y una salud a prueba de cualquier incidencia coronaria. Ser seguidor del Atletic es como ser astronauta, un intenso entrenamiento y tras muchos intentos, un viaje fugaz y arriesgado si se llega a realizar.
    Seguiremos viendo futbol, en la campaña electoral es un oasis de equilibrio (como será lo de la campaña electoral...)

    ResponderEliminar
  9. Gracias, conocido o desconocido anónimo.
    Lo de ser del Atleti tiene un profundo calado intelectual, tributario de grandes dicotomías filosóficas clásicas -como la citada en el artículo anterior entre apolíneos y dionisíacos- o las más modernas (el Correcaminos y el Coyote o Piolín y Silvestre).
    Muy acertada la referencia Curro Romero, la misma fidelidad de los que esperaban un lustro para aplaudir hasta jartarse una media verónica suelta del Faraón de Camas, inspira nuestra lealtad inquebrantable a los colores. Aunque en los Toros nos va mejor. Al fin y al cabo la verdadera ilusión de José Tomás, cumbre indiscutible del toreo de los últimos cien años, era jugar en le Atleti. Por algo será.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  10. Y yo que entraba para comentar con Jose que imaginaba su alegría ante la derrota de Valdano... Tenía idea que desde tiempo inmemorial no es santo de tu devoción tras la negativa a incluir tu historia de fútbol en su libro¡Que gilipollas! Está claro que así perdió calidad . Veo por los comentarios que quizá estoy equivocada, así que ya me dirás. No es hora de ponerse a escribir comentarios sesudos (y menos de fútbol, campo que no domino ), se supone que estoy trabajando... pero al albur de tu cometario veo que en fútbol también se dan extraños compañeros de cama. Saludos a todos.
    Anónima

    ResponderEliminar
  11. Bueno, para ser exactos, más que de una negativa se trató de una promesa incumplida. Así que árnica para Valdano, que es planta de propiedades antiinflamatorias muy indicada para pacientes de verbo hinchado pero palabra anoréxica.

    Un besote, anonimeri

    ResponderEliminar